Museo de Bellas Artes de Granada

Bueno, ¡Rupi acabó en España!

Precisamente ella ahora puede pasear por Granada y comenzar a “chapurrear” un idioma italo-español muy divertido.

Un día de sol llegó a la Alhambra.

La maravillosa construcción andaluza donde “el rojo” Muhammad ibn Nasari, fundador de la dinastía Nazari, que construyó en su poder y desarrolló a Granada en un estilo maravilloso.
Posteriormente, los reyes católicos que residían allí, salvaguardaron los complejos de la Alhambra de la destrucción católica que destrozaban todos los monumentos islámicos.

¡Es mágica! Yo nunca he visto tanta geometría haciendo el amor sin parecer solo una teoría matemática, emanando sentidos de pasión e historia.

Agua, árabe y colores siguen desde tiempos remotos aferrada y besar como amantes febriles.

Este calor se siente, se vive y se puede tocar en la Alhambra.

Cuándo llegó a los jardines sus ojos se sorprendieron al ver a Henri Émile Benoît Matisse.

Lo encontré y éste me dijo que estaba allí porque tenía ganas de recordar.

El era un pintor, escultor, ilustrador y grabador francés incomprendido.

Nunca he estado interesada en el arte de la figura de Matisse, porque en el instituto se estudiaba solo como pintor que trabajaba en el Fauvismo, que era el grupo de artistas que comprendieron que el arte de la academia no era lo mas importante.

Parada, sabía más, pero viéndolo toque en la Alhambra de esa manera fue un despertar de los sentidos.
Matisse vivió un tiempo muy especial en Granada y ahora, 100 años después de su llegada volvió a manifestar la sensualidad de las formas que tanto les golpeó.

Colecciones francesas, rusas y litografías se han expuesto creando una increíble trama de obras de Matisse y mosaicos.

Mujeres de robusto torso, gitanas y odaliscas que envuelven en un cúmulo de caricias al espectador y susurran el secreto que tienen oculto en la flor de su pelo. Sus miradas son negras y escapan de las coloridas arquitecturas árabes.

Las granadas (el símbolo de la ciudad) se presentan como el fruto más jugoso dando un giro el pensamiento de la “naturaleza muerta”.

Las caderas de las mujeres se confunden en el trato mórbido y veloz de Matisse, todo esto también posee una armonía con el paisaje del interior que te aporta un sabor lleno y mojado.

Resumiendo, desde el 15 de Octubre del 2010 al 28 de Febrero del 2011, día tras día, se celebrará el matrimonio entre el tejido nazarí y la odalisca sentada de Matisse.

Todo esto es gratis, me pareció raro y pregunté a la gente de Granada el por qué de dicha invitación, la contestación, fue que todo esto se hacía para el turista.

El resultado de todo este esfuerzo es el sexo para la vista.

Es un espléndido sexo para el ojo inesperado voluptuoso y cargado.

Y después, para los que quieran más, debajo de esta muestra se encuentra el Museo de Bellas Artes de Granada.

En esta sala (siempre gratuita) se puede observar un arte muy diverso a la manera italiana.

Los santos y las vírgenes están pintadas acompañadas del maravilloso sentido de la muerte, esculpidas en un río de sangre que parece tornarse infinito.

Las obras del famoso Alonso Cano, importantísimo artista granadino, están en esta colección.

La virgen que sufre más humana que he visto en mi vida.

Lloran y lloran mares de lágrimas dulces, teniendo en las manos clavos de carne.

Estas vírgenes te miran pidiéndote como limosna una caricia, esta sensación es otro viaje en la Alhambra.

Así tras la decoración árabe y una odalisca extranjera se puede observar el contraste del sentido cristiano.

Todo esto escuchando gente que habla un idioma diferente y se emocionan por poder tocar una piel que está nacida en otra parte de mundo.

Rupi, tocada y hundida.

Artículo en italiano: Matisse y la Alhambra